Cuando era pequeña se hablaba de feminismo y casi siempre era con un tono peyorativo. Yo entendía que ser feminista era ser una radical que prácticamente despreciaba al hombre. Pero te haces mayor, empiezas a trabajar, piensas en tu madre y sobre todo tienes una hija. Entonces la cosa cambia y entiendes que ser feminista no es ser una loca extremista, no. Significa continuar la lucha por la igualdad.
Espacio de inspiración y creatividad.